
Del 18 al 25 de enero de 2022
«Hemos visto aparecer su estrella y venimos a adorarlo» (Mateo. 2,2)
Este es el tema propuesto por el Consejo de Iglesias del
Próximo Oriente para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. La estrella de Belén, que condujo a los Magos y a todos los pueblos de la Tierra al lugar del nacimiento del Salvador, es un don y un signo de la presencia del amor de Dios a la humanidad. Con su resplandor, guía al género humano hacia una luz más intensa, la nueva luz de Jesús, que ilumina nuestro camino hacia Dios.
Los Magos son un símbolo de la diversidad de pueblos,
culturas y creencias, y un signo de la universalidad de la llamada de Dios. Los cristianos de todas las confesiones compartimos una misma búsqueda de Cristo y un deseo común de adorarlo.
La diversidad de los dones ofrecidos por los Magos: oro,
incienso y mirra, es también la expresión de los distintos puntos de vista que cada tradición cristiana tiene de la persona y obra de Jesús.
La Iglesia debe ser la estrella que ilumine el camino hacia
Cristo, pero las divisiones entre nosotros atenúan la luz del testimonio cristiano y oscurecen el sendero, dificultando que otros puedan encontrar su camino hacia Cristo.
Desde la Delegación Episcopal de Ecumenismo, y
en estrecho contacto con un Equipo de pastores y ministros de otras confesiones, os animamos a participar en los distintos actos de esta Semana de Oración, que hemos preparado conjuntamente y a los que estáis todos invitados.





